Tras esforzarse durante meses por evitarlo, la prestamista CIT Group solicitó protección gubernamental por bancarrota en un esfuerzo por reestructurar su deuda al tiempo que intenta continuar prestando a miles de empresas.
Continuación de la lectura, otro gigante se va a la quiebra...
CIT presentó la solicitud el domingo ante un tribunal de quiebras en Nueva York después de que fracasó una oferta a los tenedores de bonos para intercambiar deuda. En un comunicado, CIT dijo que los propietarios de bonos aprobaron por abrumadora mayoría un plan de reorganización preestablecido que reducirá la deuda total en $10,000 millones, al tiempo que permite que la compañía siga operando.
``La decisión de proceder con nuestro plan de reorganización le permitirá a CIT continuar proporcionando financiamiento a nuestros clientes en empresas pequeñas y en el mercado medio, dos sectores vitales para la economía estadounidense'', dijo Jeffrey M. Peek, presidente y director general.
La maniobra de la compañía le quitará a los actuales accionistas sus títulos comunes y los preferenciales. Eso significa que el gobierno federal perdería los $2,300 millones que inyectó a CIT el año pasado a la compañía en apuros.
Sin embargo, las autoridades podrían haber perdido millones más si no se hubieran negado a proporcionar más ayuda a la empresa este año.
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