El juez federal Jaime Pieras tiene ante su atención un pleito por hostigamiento sexual contra el tres veces campeón de boxeo Miguel Cotto Vázquez, incoado por una ex empleada suya que alega fue acosada por el púgil y por varios miembros de su familia.
Continuación de la lectura, Acusan a Cotto de acoso sexual.
En el recurso, la demandante Martha L. Chacón Acevedo, de nacionalidad venezolana y residente en Caguas, admite que llegó un momento en que por miedo de perder los medios de subsistencia para sus tres hijos y su hogar, accedió a los acercamientos de Cotto durante dos meses, “cuando ya no pudo con la situación a nivel moral y espiritualmente”.
Chacón Acevedo fue contratada por Cotto el 20 de diciembre de 2007 para administrar el complejo Villas del Turabo, del que Cotto es dueño.
La demanda incluye a la esposa de Cotto, Melissa Guzmán; al padre, Miguel Cotto Carrasquillo; a su hermano, José Cotto; y a un primo, Carlos Cotto. Fue radicada el 27 de octubre de 2009 por los abogados Héctor Eduardo Pedrosa y Luis E. Miñana, y en la misma se expone que para el 20 de diciembre de 2007, Chacón fue contratada como administradora por la corporación de Cotto, con un salario de $1,300 mensuales, además del uso y disfrute de un apartamento en Villas del Turabo, cuyo pago mensual equivalía a $700. Sus supervisores directos eran Cotto y su padre.
“Mientras se desempeñaba en sus responsabilidades como administradora, el demandado Cotto Vázquez la hostigaba sexualmente, haciéndole insinuaciones sexuales indeseadas y acercamientos físicos que no eran bienvenidos”, se destaca en el recurso.
“Además, Cotto Vázquez le ofrecía dinero a la demandante y otros beneficios a cambio de sostener relaciones sexuales con él”, se indica.
El púgil, se agrega, le hacía comentarios de contenido sexual y en numerosas ocasiones estrujaba su cuerpo contra el de Chacón, mientras ésta rechazaba sus avances y se quejaba de su conducta.
El acoso de Cotto, se alega, ocurría aun cuando la mujer estaba en su apartamento, ya que presuntamente la ligaba por la ventana sin que ella se percatara. Incluso sostiene que la llamaba para decirle que se asomara y lo viera modelarle prácticamente desnudo, con un minúsculo calzoncillo.
De Cotto Carrasquillo, quien era su otro supervisor, se señala que cuando se iba a querellar de la conducta impropia de su hijo, éste le decía: “Martha, tú no debes estar sola. Tú necesitas un hombre que te cuide. Yo voy a cuidar de ti”.
Además, sostiene que la instruía a “hacer todo lo que su hijo (Miguel Cotto) le pida”.
“El demandado Cotto Carrasquillo no tomó acción afirmativa para detener el acoso sexual al que era sometida, ni para protegerla de la conducta impropia y no deseada de varios miembros de la familia”, se mantiene.
En febrero de 2008, mientras Cotto se encontraba en Miami, Florida, se alega que éste llamó a Chacón para preguntarle sus medidas, porque estaba en una tienda Victoria's Secret y quería comprarle alguna ropa íntima y sexy con la intención de que se la modelara.
“La demandante rechazó fuertemente la indecente proposición y se rehusó a darle a Cotto la información personal”, reclama.
A pesar de sus objeciones, Cotto compró la ropa íntima e intentó entregársela con cremas y lociones, e insistió en que se la modelara.
Prensaescrita
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