La imagen de Bin Laden siempre estará asociada a su larga barba. Pero nadie, ni siquiera el FBI, está seguro de si se la ha afeitado. Por eso, ha distribuido dos retratos-robot: uno, con su imagen habitual, turbante incluido, y otro, con una barba de cinco días que le haría completamente indistinguible de cualquier otro ciudadano árabe.
Fuente/ABC
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