Un hombre hallado culpable del asesinato del padre de Michael Jordan dijo este viernes que algún día saldrá de prisión, alegando que un nuevo informe sobre errores de un laboratorio criminal de Carolina del Norte demuestra que la evidencia en su contra no es confiable.
Daniel Andre Green le dijo a la AP que el hallazgo de que los investigadores manejaron mal los informes de laboratorio en su caso demuestra que le negaron evidencia a su favor. Señaló que lleva años trabajando por su cuenta para demostrar su inocencia en el asesinato de James Jordan en 1993, aunque reconoce que ayudó a esconder el cuerpo.
"Siempre he sabido que voy a salir de prisión", dijo Green, sentado en una mesa de cemento en el patio de la cárcel Harnett en Carolina del Norte. "Lo sé porque siempre he creído que al final la verdad saldrá a relucir".
Green intenta que su caso regrese a los tribunales, tras radicar en 2008 una moción de 122 páginas que presentó dudas sobre el manejo de su caso. Durante su estadía en prisión, ha estudiado libros legales y puede citar de memoria frases en latín y estatutos de Carolina del Norte.
El más reciente desarrollo en el caso de Green tiene que ver con evidencia sanguínea. Un experto del Negociado Estatal de Investigaciones testificó en su juicio de 1996 que ella encontró una pequeña cantidad de sangre en el asiento del pasajero del vehículo de Jordan. Pero según una revisión divulgada el miércoles, la agencia estatal sólo halló "indicios" de sangre, y cuatro pruebas posteriores tuvieron resultados no concluyentes. El informe también encontró fallas en casi 200 otros casos.
El actual abogado de Green ya estaba trabajando en una apelación cuando se divulgó el informe, y uno de sus abogados del juicio dijo que cree que las pruebas posteriores de sangre nunca fueron suministradas a la defensa.
Green insiste que no tuvo nada que ver con el asesinato del padre del basquetbolista. Sin dar muchos detalles, por recomendación de sus abogados, aseguró que no estuvo presente cuando Jordan fue asesinado y dijo que ayudó a ocultar la muerte porque un amigo cercano le pidió ayuda. Ese amigo, Larry Demery, testificó en el juicio que Green disparó la pistola que mató a Jordan.
"Tomé ciertas decisiones por lealtad a un amigo", indicó Green.
Un asistente de Michael Jordan, quien ahora es dueño de los Bobcats de Charlotte, no respondió llamadas esta semana para solicitar un comentario...
Fuente/AP /
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