José David Figueroa Agosto, pasa sus días recluido en un espacio físico de menos de 24 pies cuadrados, ese es el habitat carcelario del notorio Junior Cápsula, en la Cárcel Federal de Guaynabo, conocido como MDC, por sus siglas en inglés. La celda recibe aire acondicionado todo el día, la climatización es controlada desde una casa de máquinas; el cristal de una reducida ventana, es a prueba de armas de fuego de alto calibre.
Figueroa Agosto no comparte absolutamente con nadie, no obstante ser su celda contigua a otras, pero en esa sección de aislamiento, se hace honor al tipo de reclusión a que esta sometido.La angosta celda está ubicada en el ala de máxima seguridad para hombres, del sofisticado complejo carcelario. Es una celda de aislamiento y sólo tiene derecho a 15 minutos de sol durante el día, para lo cual es llevado con estricta custodia a uno de los solariums de la prisión. El resto del día, Junior Cápsula, lo ha de pasar en el limitado espacio de su celda, la cuál mide unos 6 pies de largo, por menos de 4 pies de ancho; un lavamanos y un aparato sanitario (toilet), ambos en acero inoxidable; un chica cama cuya base es en hormigón. Colchón, sábana y toalla; eso es todo lo que permite el régimen de aislamiento en la Cárcel Federal de Guaynabo.
El edificio ubica en una de las autopistas de mayor flujo vehicular de Puerto Rico, el conocido Expreso #22, que conecta a buena parte de la zona norte de esta isla, con el área metropolitana; el edificio de unos 7 pisos de altura es una prisión inexpugnable; con limitación de su espacio aéreo para cualquier tipo de aeronave. Un sofisticado sistema de vigilancia electrónica mantiene a los centinelas al tanto de todo lo que ocurre no sólo dentro del recinto, sino en el alrededor de la misma, un disimulado patrullaje se realiza por fuera de la prisión, la cual cuenta con varios accesos subterráneos, de modo que los equipos de alguaciles puedan salir o entrar tan rápido como lo ameriten las necesidades.
La edificación, no puede ser fotografiada, ni filmada. El edificio visto desde el aire, parecería un águila. Nunca dos puertas de acceso a los pasillos, se abren al mismo tiempo, de manera tal, que si un recluso es sacado de una celda, las puertas se irán abriendo, una a una, nunca dos, ni todas al mismo tiempo. Contrario a otros detenidos, Figueroa Agosto no puede acceder a la sala de juegos (Billar y Tennis de mesa), ni a la de televisión, ni mucho menos a las canchas de Basket o a otras áreas de relajamiento físico o mental, como es el caso de la capilla religiosa, con que cuenta esta prisión, la única del sistema federal con que cuenta Puerto Rico.
La única visita que tiene permitida como tal, es la de su abogado. Empero las reuniones entre el jurista y su cliente, son vigiladas celosamente por los legendarios alguaciles federales.
Por: Juan Nadal Nolasco/Via END/ desde Puerto Rico..
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