Cuatro supervivientes uruguayos de la tragedia de Los Andes se desplazaron hoy a la mina San José, al norte de Chile, para transmitir un mensaje de "fe y esperanza" a los 33 trabajadores que permanecen atrapados desde el pasado 5 de agosto.
"Queremos transmitirles un mensaje de fe y esperanza, que no se entreguen. Vinimos porque sentimos una gran gratitud por este pueblo y nos sentimos hermanos y queremos estar en este momento", dijo a los periodistas Ramón Sabella.
Sabella es uno de los uruguayos que resistieron 73 días en las cumbres andinas tras un accidente aéreo en 1972, una hazaña que inspiró el libro y la película "¡Viven!".
José Luis Inciarte, Gustavo Zerbino, Pedro Algorta y Ramón Sabella esperan poder comunicarse con los 33 mineros, atrapados a 700 metros de profundidad, para entregarles palabras de "ánimo y fuerza", dijo Sabella.
"Yo siempre tuve la esperanza de que ellos estaban (vivos). Son viejos zorros, conocen su medio, saben manejarse dentro de las minas" y "tuvieron la suerte de que no les pegaron las rocas", agregó.
El superviviente uruguayo aseguró que "hay muchos puntos en común" entre su historia y la de los mineros, "a pesar de ser historias diferentes".
Los cuatro uruguayos, agrupados en la Fundación Viven, llegaron este viernes a Santiago, donde fueron recibidos por el presidente Sebastián Piñera en el Palacio de La Moneda
Hoy, los mineros desayunaron pan con palta y una ración de leche especial; luego ingirieron una colación de compota de peras y nueces; al mediodía almorzaron porotos con carne picada, ensalada y una manzana; a la tarde les dieron pan con queso; y por la noche carne con papas y una mandarina.
Asimismo, la incorporación de la fibra óptica y el sistema de videoconferencia les permitirá ver el partido de fútbol Chile-Ucrania dentro de unos días, y los festejos del Bicentenario a celebrarse el próximo 18 de setiembre.
Como aconsejaron los especialistas de la NASA que estuvieron aquí, es muy importante para el rescate hacer que la vida, abajo, sea lo más llevadera posible, y evitar que surjan conflictos psicológicos y roces entre ellos, así como tratar de ordenar una suerte de rutina diaria.
Una de las principales recomendaciones fue que les representen los ciclos de día y noche, tal como lo hacen con los astronautas.
Para ello, tienen que dejar un sector de la mina especial donde dormir que esté completamente a oscuras, y otro con mucha luz donde trabajar, analizar la situacion diaria y espacio de entretenimiento simulando la luz del día para que tengan el ciclo día-noche...
Fuente/Telam /
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