Estadísticamente resulta más probable que un viajero frecuente muera por la exposición a los escáneres que por un atentado terrorista, según explicó recientemente Peter Rez, profesor de la Universidad de Arizona. ¿Sorprendente?
Estas sofisticadas máquinas han despertado sospechas de que pueden causar cáncer cuando alguien se somete a una exposición prolongada en el tiempo. El científico estadounidense también advierte de que las averías en esos aparatos pueden aumentar el riesgo de radiación. "Lo que más me preocupa no es cómo funcionan, sino cuáles son los efectos cuando no funcionan bien del todo".
El gobierno está tranquilo
Desde el gobierno de Estados Unidos no se muestra especial preocupación por este problema. Responden que un ser humano tendría que pasar por el escáner más de 1.000 veces en un año para estar expuesto al máximo nivel tolerable indicado en las especificaciones.
Según escribieron el mes pasado de manera conjunta funcionarios de Seguridad Aérea y Sanidad en una nota enviada a John Holdren, asesor de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca: "Tenemos confianza de que los productos y prácticas de seguridad de rayos X de cuerpo completo no representan un riesgo significativo a la salud del público."
Pilotos preocupados
"Existe mayor riesgo de que se produzca un fallo en un escáner de aeropuerto que uno de hospital, ya que las máquinas son operadas con mucha mayor frecuencia y por empleados con menor cualificación", explica el profesor Rez. Sam Mayer, comandante de American Airlines, añadió que los pilotos que conoce están optando por no ser examinados por la máquina.
Según comunicó: "Ahora mismo estamos buscando reforzar los datos científicos sobre el efecto de los escáneres de aeropuerto en las personas", declaró recientemente al diario de "El Nuevo Herald". Por supuesto, muchos pilotos, azafatas y empleados aeroportuarios atraviesan los escáneres más de mil veces al año.
Campaña de protesta
La industria aeronáutica ha impuesto los escáneres corporales como un requisito imprescindible para detectar explosivos escondidos en el cuerpo de los pasajeros. Las asociaciones de defensa de los derechos civiles en todo el mundo tienen un largo historial de oposición a este método y sus eventuales excesos. Recientemente, un grupo de internautas estadounidenses decidió poner en marcha la campaña de protesta Nosotros No Volaremos.
El objetivo es disminuir al máximo la aviación comercial en EE.UU. durante el miércoles 24 de noviembre, víspera del Día de Acción de Gracias, fiesta mayor en todos los estados del país. Quienes no puedan evitarlo o decidan viajar ese día pueden apoyar la campaña negándose a pasar por el escáner...
Fuente/Por Víctor Lenore /
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