Héctor Acosta -El Torito para todos.- sorprendió a quienes veían la
transmisión de Premios Lo Nuestro, el jueves último, al encaramarse al
escenario del reconocido certamen internacional portando una banderola
de luminoso fondo amarillo, en la que simplemente rezaba: 4%.
De
ese modo el popular merenguero, a juicio de muchos y no sin razón el
mejor intérprete criollo de los últimos tiempos, hacía causa común con
la más justa campaña enarbolada por una amplia franja de dominicanos,
románticos talvez, pero que aún creen posible rescatar al país de la
tenebrosa pesadilla en que lo han metido los partidos que dominan el
escenario nacional desde hace más de 50 años.Por eso El Torito se creció en todos los sentidos, pues demostró que el ser humano está a la altura del artista de impecable entonación, y además que tiene coraje y valor para no siempre tener surcados sus labios por una sonrisa de acordeón, vacía de contenido e hipócrita.
Para cualquier cantante es mejor huir de temas espinosos, que despierten polarización, en el entendido de que su fama puede verse comprometida y, por vía de consecuencias, sus negocios e ingresos económicos también. ..
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