El gobierno de Honduras adoptó medidas para restringir el consumo de tabaco como algunos países y ciudades en el mundo lo han hecho. Pero lo curioso es que la ley del país centroamericano permite la denuncia de familiares que fumen en casa."La ley es clara y la cumpliremos", dijo a la AP Rony Portillo, director del Instituto para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia. "(Quien lo haga) será castigado cuando fume en su casa, aunque se considere un lugar privado. Y la autoridad intervendrá sólo cuando alguien denuncie el caso y de lo contrario no lo hará.
Según la Ley Especial para el Control del Tabaco, en la calle y lugares abiertos el fumador deberá estar al menos a dos metros de distancia de las personas que no fuman y en los domicilios particulares y familiares "podrán denunciar y plantear reclamos ante autoridades de policía a fumadores que los expongan a la inhalación del humo del tabaco".
Portillo también dijo que quien viole la ley "será amonestado verbalmente, arrestado y liberado al pagar una multa, cada vez, de hasta 311 dólares" e informó que cualquier persona podrá denunciar a los fumadores con la policía y que las autoridades también "multarán con 1.000 ó 6.300 dólares a los negocios que permitan fumar o los cerrarán en caso de reincidencia".
"Lo que hacemos es por la salud de los hondureños y en defensa de los niños, los adolescentes y, en fin, de los jóvenes", añadió.
Tanto la promulgación de la ley como las declaraciones de Portillo han generado confusión la nueva disposición que ofrece un listado de lugares donde no se puede fumar, no incluye los hogares. En la lista encuentran centros comerciales, escuelas, universidades, gasolineras, restaurantes, discotecas, autobuses, taxis, estadios y centros culturales.
El debate sobre la ley también se ha extendido al terreno de la efectividad de su aplicación en un país que sólo cuenta con 12.000 policías, según cifras de la Secretaría de Seguridad.
Julio Gonzales, director de la policía municipal de San Pedro Sula, segunda ciudad del país y a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, dijo que ignora "cómo proceder con los infractores de esta ley. No nos han capacitado".
"El artículo 65 (que autoriza la denuncia contra familiares) no tiene mucho sentido en mi opinión, dado que la ley claramente no establece una prohibición en los domicilios y, por tanto, parece que ese artículo tiene una intención de tratar de educar por las vías de la denuncia a los fumadores, una medida que yo no encuentro demasiado factible", dice Armando Peruga, responsable de la Iniciativa Libre de Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Pensamos que la ley sigue siendo positiva. Está de acuerdo con nuestros principios de que no hay que prohibir por ley el fumar dentro del domicilio y ellos han establecido ese mecanismo del artículo 65 que creo que mas bien da lugar a un malentendido que a otra cosa. Apoyamos que no se pueda fumar en las casas pero no que sea prohibido mediante una ley", señaló.
Peruga destacó que la ley es muy positiva y que la cantidad de países que han prohibido el tabaco es relativamente menor: sólo 29 de 193 países miembros a la OMS. "Todavía hay mucho por hacer pero en la OMS queremos elogiar al gobierno de Honduras por tomar este paso", dijo.
Martín Baide, profesor universitario jubilado y abogado de profesión, calificó de "ilusoria" la ley. "No ignoro que el estado protege la salud de una nación, sin embargo, la Ley de Control de Tabaco se excede al sancionar a los que fumen en casa porque cada quien tiene una responsabilidad con su familia, tampoco creo que un hijo denunciaría a su padre por fumar", dijo.
La ley también dio un plazo de 60 días para que las empresas tabacaleras retiren su publicidad de los medios de comunicación y las obligó a mostrar en las cajetillas imágenes de los efectos del cáncer de pulmón.
Estadísticas oficiales indican que 70% de los 8 millones de hondureños no fuma y que al menos 10% de los pacientes que padecen cáncer de pulmón jamás consumió tabaco y contrajo la enfermedad de los fumadores en casa.
"La nueva ley es severa para la gente como yo que tiene el vicio", dijo a la AP José Martínez, ingeniero en sistemas, de 38 años, y un fumador empedernido de dos décadas. "Pero la policía no podrá hacerla respetar porque apenas puede con la ola criminal que nos agobia para castigar a quien fuma en su hogar. La ley me agrada porque podría evitar que mis dos hijos, de 10 y 15 años, y muchos jóvenes no entren al vicio y no sigan mi ejemplo o el de sus padres".
Otras cifras estatales señalan que el 40% de los casos de cáncer de estómago, pulmón, tráquea o mama están relacionados con el consumo de tabaco y que 9 de cada 10 personas que sufren de bronquitis aguda provienen de hogares de fumadores.
"La ley es una estupidez porque prohibe fumar en bares o discotecas. El que viene aquí sabe que casi todos fuman y, si no le gusta, que no venga y punto", dijo Gustavo Valladares, administrador de un bar de la ciudad, que dijo ser un fumador activo.
"Ya era hora que el gobierno hicieran algo así", dice el maestro de primaria Esteban Quijano. "Me gusta visitar bares, pero no soporto el humo de los demás. Casi todos mis amigos fuman y sé que indirectamente me perjudican y ahora será diferente, por eso apoyo la ley".
Por cada dólar que genera la industria tabacalera en Honduras, el Estado eroga diez para combatir las enfermedades que genera el tabaco, según el ministerio de Salud. En el país se consumen unos 300 millones de cajetillas de cigarrillos al año, según el Instituto para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia.
Según la Ley Especial para el Control del Tabaco, en la calle y lugares abiertos el fumador deberá estar al menos a dos metros de distancia de las personas que no fuman y en los domicilios particulares y familiares "podrán denunciar y plantear reclamos ante autoridades de policía a fumadores que los expongan a la inhalación del humo del tabaco".
Portillo también dijo que quien viole la ley "será amonestado verbalmente, arrestado y liberado al pagar una multa, cada vez, de hasta 311 dólares" e informó que cualquier persona podrá denunciar a los fumadores con la policía y que las autoridades también "multarán con 1.000 ó 6.300 dólares a los negocios que permitan fumar o los cerrarán en caso de reincidencia".
"Lo que hacemos es por la salud de los hondureños y en defensa de los niños, los adolescentes y, en fin, de los jóvenes", añadió.
Tanto la promulgación de la ley como las declaraciones de Portillo han generado confusión la nueva disposición que ofrece un listado de lugares donde no se puede fumar, no incluye los hogares. En la lista encuentran centros comerciales, escuelas, universidades, gasolineras, restaurantes, discotecas, autobuses, taxis, estadios y centros culturales.
El debate sobre la ley también se ha extendido al terreno de la efectividad de su aplicación en un país que sólo cuenta con 12.000 policías, según cifras de la Secretaría de Seguridad.
Julio Gonzales, director de la policía municipal de San Pedro Sula, segunda ciudad del país y a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, dijo que ignora "cómo proceder con los infractores de esta ley. No nos han capacitado".
"El artículo 65 (que autoriza la denuncia contra familiares) no tiene mucho sentido en mi opinión, dado que la ley claramente no establece una prohibición en los domicilios y, por tanto, parece que ese artículo tiene una intención de tratar de educar por las vías de la denuncia a los fumadores, una medida que yo no encuentro demasiado factible", dice Armando Peruga, responsable de la Iniciativa Libre de Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Pensamos que la ley sigue siendo positiva. Está de acuerdo con nuestros principios de que no hay que prohibir por ley el fumar dentro del domicilio y ellos han establecido ese mecanismo del artículo 65 que creo que mas bien da lugar a un malentendido que a otra cosa. Apoyamos que no se pueda fumar en las casas pero no que sea prohibido mediante una ley", señaló.
Peruga destacó que la ley es muy positiva y que la cantidad de países que han prohibido el tabaco es relativamente menor: sólo 29 de 193 países miembros a la OMS. "Todavía hay mucho por hacer pero en la OMS queremos elogiar al gobierno de Honduras por tomar este paso", dijo.
Martín Baide, profesor universitario jubilado y abogado de profesión, calificó de "ilusoria" la ley. "No ignoro que el estado protege la salud de una nación, sin embargo, la Ley de Control de Tabaco se excede al sancionar a los que fumen en casa porque cada quien tiene una responsabilidad con su familia, tampoco creo que un hijo denunciaría a su padre por fumar", dijo.
La ley también dio un plazo de 60 días para que las empresas tabacaleras retiren su publicidad de los medios de comunicación y las obligó a mostrar en las cajetillas imágenes de los efectos del cáncer de pulmón.
Estadísticas oficiales indican que 70% de los 8 millones de hondureños no fuma y que al menos 10% de los pacientes que padecen cáncer de pulmón jamás consumió tabaco y contrajo la enfermedad de los fumadores en casa.
"La nueva ley es severa para la gente como yo que tiene el vicio", dijo a la AP José Martínez, ingeniero en sistemas, de 38 años, y un fumador empedernido de dos décadas. "Pero la policía no podrá hacerla respetar porque apenas puede con la ola criminal que nos agobia para castigar a quien fuma en su hogar. La ley me agrada porque podría evitar que mis dos hijos, de 10 y 15 años, y muchos jóvenes no entren al vicio y no sigan mi ejemplo o el de sus padres".
Otras cifras estatales señalan que el 40% de los casos de cáncer de estómago, pulmón, tráquea o mama están relacionados con el consumo de tabaco y que 9 de cada 10 personas que sufren de bronquitis aguda provienen de hogares de fumadores.
"La ley es una estupidez porque prohibe fumar en bares o discotecas. El que viene aquí sabe que casi todos fuman y, si no le gusta, que no venga y punto", dijo Gustavo Valladares, administrador de un bar de la ciudad, que dijo ser un fumador activo.
"Ya era hora que el gobierno hicieran algo así", dice el maestro de primaria Esteban Quijano. "Me gusta visitar bares, pero no soporto el humo de los demás. Casi todos mis amigos fuman y sé que indirectamente me perjudican y ahora será diferente, por eso apoyo la ley".
Por cada dólar que genera la industria tabacalera en Honduras, el Estado eroga diez para combatir las enfermedades que genera el tabaco, según el ministerio de Salud. En el país se consumen unos 300 millones de cajetillas de cigarrillos al año, según el Instituto para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia.
..Fuente/AP /
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