La tormenta tropical Irene salió el lunes de territorio estadounidense dejando un saldo de 32 muertos, inundaciones históricas en el estado de Vermont y millones de personas sin electricidad a lo largo de la costa este tras su devastador paso de dos días. Vermont ha experimentado las peores inundaciones en 40 años y además otras partes del estado todavía están sin electricidad.
Por tal motivo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó una declaración de emergencia para el estado de Vermont, donde al menos una persona ha muerto por las inundaciones tras el paso del huracán Irene.
Obama dijo que "llevará tiempo recuperarse de una tormenta de esta magnitud. Los
efectos se sienten todavía en buena parte del país".
En Nueva York, que salió casi ilesa del huracán degradado a tormenta tropical justo en sus puertas, la situación se normalizaba el lunes y los transportes públicos reiniciaron actividades, mientras que los tres aeropuertos de la ciudad reabrieron sus operaciones para vuelos de arribo.
El metro funcionaba casi normalmente en la mañana del lunes, un gran alivio para los millones de pasajeros que los utilizan a diario. También los autobuses circulaban con normalidad en la Gran Manzana, donde unas 370.000 personas habían sido evacuadas en forma preventiva el fin de semana.
Pero si Irene perdonó a Nueva York no ocurrió lo mismo con el pequeño estado de Vermont (noroeste), fronterizo con Canadá, que sufrió tremendas inundaciones, las peores desde 1927, según sus autoridades.
En la capital Montpelier, el agua recién estaba empezando a retroceder el lunes al mediodía y unas 37.500 personas se encontraban sin electricidad, sumándose a los millones de damnificados por el mismo problema a lo largo de toda la costa este del país.
"En algunos lugares ni siquiera podemos acercarnos al daño", dijo el responsable del gobierno estatal de Vermont, Joe Kraus, al referirse a la geografía de esta estado montañoso y sin salida al mar, repleto de ríos y arroyos que corre en los valles.
Al paso de Irene se le atribuyen al menos 32 muertes en nueve estados del este de Estados Unidos, dijeron este lunes funcionarios de emergencia y medios de información locales.
El saldo incluye seis muertos en cada uno de los estados de Nueva York, Carolina del Norte y Pennsylvania, cuatro en Virginia, tres en Nueva Jersey, dos en Connecticut, Florida y Vermont, y uno en Maryland, de acuerdo con un recuento de la AFP.
La mayoría de las muertes se produjeron por caídas de árboles, accidentes de tránsito o cuando personas fueron arrastradas por las inundaciones.
Los periódicos de Nueva York relacionaron seis muertes con Irene, incluyendo la de un hombre que se electrocutó cuando intentaba salvar a un niño que había entrado en una calle inundada con cables caídos. El niño se encontraba en estado grave.
La policía de Nueva York confirmó una de las muertes, la de un hombre en el Bronx cuyo cuerpo fue encontrado en el agua luego de que fuera a ver cómo estaba su barco.
Tras su paso por Estados Unidos, la tormenta afectaba el lunes el este de Canadá, donde ya había causado esencialmente numerosos cortes de energía eléctrica, privando de electricidad a cerca de 300.000 hogares.
En Quebec, un automovilista está reportado como desaparecido en una región cercana a Montreal. Su automóvil fue empujado hacia un río por una violenta ráfaga de viento.
Según Eqecat Inc., una firma de evaluación de catástrofes con sede en Oakland, California, el total de los perjuicios que habría dejado Irene durante su pasaje el fin de semana por el este de Estados Unidos podría llegar a los 7.000 millones de dólares.
..Fuente/AFP/Via TC /
Por tal motivo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó una declaración de emergencia para el estado de Vermont, donde al menos una persona ha muerto por las inundaciones tras el paso del huracán Irene.
Obama dijo que "llevará tiempo recuperarse de una tormenta de esta magnitud. Los
efectos se sienten todavía en buena parte del país".
En Nueva York, que salió casi ilesa del huracán degradado a tormenta tropical justo en sus puertas, la situación se normalizaba el lunes y los transportes públicos reiniciaron actividades, mientras que los tres aeropuertos de la ciudad reabrieron sus operaciones para vuelos de arribo.
El metro funcionaba casi normalmente en la mañana del lunes, un gran alivio para los millones de pasajeros que los utilizan a diario. También los autobuses circulaban con normalidad en la Gran Manzana, donde unas 370.000 personas habían sido evacuadas en forma preventiva el fin de semana.
Pero si Irene perdonó a Nueva York no ocurrió lo mismo con el pequeño estado de Vermont (noroeste), fronterizo con Canadá, que sufrió tremendas inundaciones, las peores desde 1927, según sus autoridades.
En la capital Montpelier, el agua recién estaba empezando a retroceder el lunes al mediodía y unas 37.500 personas se encontraban sin electricidad, sumándose a los millones de damnificados por el mismo problema a lo largo de toda la costa este del país.
"En algunos lugares ni siquiera podemos acercarnos al daño", dijo el responsable del gobierno estatal de Vermont, Joe Kraus, al referirse a la geografía de esta estado montañoso y sin salida al mar, repleto de ríos y arroyos que corre en los valles.
Al paso de Irene se le atribuyen al menos 32 muertes en nueve estados del este de Estados Unidos, dijeron este lunes funcionarios de emergencia y medios de información locales.
El saldo incluye seis muertos en cada uno de los estados de Nueva York, Carolina del Norte y Pennsylvania, cuatro en Virginia, tres en Nueva Jersey, dos en Connecticut, Florida y Vermont, y uno en Maryland, de acuerdo con un recuento de la AFP.
La mayoría de las muertes se produjeron por caídas de árboles, accidentes de tránsito o cuando personas fueron arrastradas por las inundaciones.
Los periódicos de Nueva York relacionaron seis muertes con Irene, incluyendo la de un hombre que se electrocutó cuando intentaba salvar a un niño que había entrado en una calle inundada con cables caídos. El niño se encontraba en estado grave.
La policía de Nueva York confirmó una de las muertes, la de un hombre en el Bronx cuyo cuerpo fue encontrado en el agua luego de que fuera a ver cómo estaba su barco.
Tras su paso por Estados Unidos, la tormenta afectaba el lunes el este de Canadá, donde ya había causado esencialmente numerosos cortes de energía eléctrica, privando de electricidad a cerca de 300.000 hogares.
En Quebec, un automovilista está reportado como desaparecido en una región cercana a Montreal. Su automóvil fue empujado hacia un río por una violenta ráfaga de viento.
Según Eqecat Inc., una firma de evaluación de catástrofes con sede en Oakland, California, el total de los perjuicios que habría dejado Irene durante su pasaje el fin de semana por el este de Estados Unidos podría llegar a los 7.000 millones de dólares.
..Fuente/AFP/Via TC /
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