En la final de la prueba en la que buscaba romper su propio récord, el jamaiquino hizo una partida en falso y quedó fuera de la carrera. La gloria fue para Yohan Blake, su compatriota, con un tiempo de 9.92 segundo El Mundial de Atletismo de Daegu sufrió este domingo una brutal conmoción con la eliminación de la final de los 100 metros de la máxima estrella del atletismo, el jamaicano Usain Bolt, por salida nula.
El oro se lo llevó su compatriota Yohan Blake con un tiempo de 9,92 segundos, por delante del norteamericano Walter Dix, plata con 10,08, y de Kim Collins, de Saint Kitts y Nevis, bronce con 10,09.
Todo estaba dispuesto para la victoria de Bolt, que defendía en Daegu los títulos mundiales de 100, 200 y 4x100 que logró en Berlín 2009, sólo un año después de colgarse el oro en las mismas pruebas de los Juegos Olímpicos de Pekín.
En China batió el récord mundial en todos los eventos; en Alemania lo hizo en las pruebas individuales para dejar las marcas en 9,58 y 19,19 segundos, respectivamente.
Sin embargo, el "oh" que gritaron los espectadores que esperaban ver una nueva exhibición del jamaicano cuando escucharon el segundo disparo que señalaba la salida nula se dejó oír en todo Daegu.
El hombre que se había levantado primero de los tacos de salida había sido sin duda el plusmarquista mundial. Él mismo lo sabía. Se quitó la camiseta, la arrojó al suelo y se echó los brazos a la cabeza.
La temperatura de la fresca noche de Daegu pareció bajar a bajo cero. Todo el mundo se quedó helado. El "relámpago" había advertido de que no llegaba a Corea del Sur en la misma forma que tenía en 2008 y 2009. Sin embargo, nadie esperaba su eliminación.
El regalo lo aprovechó sin titubear Blake, de 21 años, a quien el ex sprinter estadounidense Maurice Greene, campeón olímpico y mundial, había señalado en la previa como favorito.
Sin Bolt sobre la pista azul de Daegu, Blake se impuso en una final de marcas discretas y nombres de segunda fila. Antes que el plusmarquista mundial, que realmente esperó hasta el último momento para "borrarse" de la final, se habían caído los cuatro hombres más rápidos del año.
Primero fue Tyson Gay por lesión. Luego el jamaicano Steve Mullings y el norteamericano Mike Rodgers, ambos cazados en controles antidoping. Y por último, Asafa Powell: el compatriota y amigo de Bolt renunció ya en Daegu por una lesión en la ingle.
Tanta ausencia abrió el podio a un veterano como Collins, de 35 años, campeón del mundo en 2003 en otra final muy devaluada. El francés Christophe Lemaitre terminó cuarto con 10,19, a una décima de ser el primer blanco en subir a un podio en los Mundiales.
El oro se lo llevó su compatriota Yohan Blake con un tiempo de 9,92 segundos, por delante del norteamericano Walter Dix, plata con 10,08, y de Kim Collins, de Saint Kitts y Nevis, bronce con 10,09.
Todo estaba dispuesto para la victoria de Bolt, que defendía en Daegu los títulos mundiales de 100, 200 y 4x100 que logró en Berlín 2009, sólo un año después de colgarse el oro en las mismas pruebas de los Juegos Olímpicos de Pekín.
En China batió el récord mundial en todos los eventos; en Alemania lo hizo en las pruebas individuales para dejar las marcas en 9,58 y 19,19 segundos, respectivamente.
Sin embargo, el "oh" que gritaron los espectadores que esperaban ver una nueva exhibición del jamaicano cuando escucharon el segundo disparo que señalaba la salida nula se dejó oír en todo Daegu.
El hombre que se había levantado primero de los tacos de salida había sido sin duda el plusmarquista mundial. Él mismo lo sabía. Se quitó la camiseta, la arrojó al suelo y se echó los brazos a la cabeza.
La temperatura de la fresca noche de Daegu pareció bajar a bajo cero. Todo el mundo se quedó helado. El "relámpago" había advertido de que no llegaba a Corea del Sur en la misma forma que tenía en 2008 y 2009. Sin embargo, nadie esperaba su eliminación.
El regalo lo aprovechó sin titubear Blake, de 21 años, a quien el ex sprinter estadounidense Maurice Greene, campeón olímpico y mundial, había señalado en la previa como favorito.
Sin Bolt sobre la pista azul de Daegu, Blake se impuso en una final de marcas discretas y nombres de segunda fila. Antes que el plusmarquista mundial, que realmente esperó hasta el último momento para "borrarse" de la final, se habían caído los cuatro hombres más rápidos del año.
Primero fue Tyson Gay por lesión. Luego el jamaicano Steve Mullings y el norteamericano Mike Rodgers, ambos cazados en controles antidoping. Y por último, Asafa Powell: el compatriota y amigo de Bolt renunció ya en Daegu por una lesión en la ingle.
Tanta ausencia abrió el podio a un veterano como Collins, de 35 años, campeón del mundo en 2003 en otra final muy devaluada. El francés Christophe Lemaitre terminó cuarto con 10,19, a una décima de ser el primer blanco en subir a un podio en los Mundiales.
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