La torre sur lo enterró vivo, pero volvió a nacer

Tom Canavan estaba en el piso 47 del World Trade Center. Tras escapar por las escaleras, el colapso del edificio lo sepultó debajo de los escombros. Hoy lo puede contar: "Pasaron diez años, pero parece que fue ayer" "Todo parecía estar bien hasta que bajamos al sótano, y luego todo se cayó. Quedé atrapado debajo junto a otro hombre. Nos arrastramos hacia fuera, estaba golpeado en la cabeza, todo alrededor estaba destrozado. Al final, pudimos arrastrarnos afuera de los escombros", explicaba aun ensangrentado.

El resumen de los momentos más difíciles de la vida de Canavan apenas llevan unas pocas líneas, pero las huellas de la angustia y las consecuencias psicológicas del drama que le tocó vivir durante el 11-S no se han borrado de su mente.

"El dolor físico se ha ido. La angustia, sigue ahí cada día, cuando escucho algunos ruidos, algunos olores, un avión que vuela sobre mí, entonces vuelve. Eso nunca se irá", confiesa el sobreviviente.

Diez años después del hecho que cambió la historia del mundo, Canavan regresó a la zona donde este domingo se inaugurará el Parque Memorial para recordar a las 2.973 víctimas del ataque terrorista sobre el World Trade Center.

Canavan no trabajaba en la torre que se desmoronó sobre su cabeza, sino en el edificio Norte. En el piso 47 estaban las oficinas del First Union Bank. Abandonó el lugar utilizando las escaleras y cuando atravesaba la explanada escuchó el "Big boom..." que le dio un nuevo sentido a su vida.

Hoy, el hombre que renació de los escombros forma parte del equipo de voluntarios del Tribune Center del 11-S y del parque y museo Memorial.

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