Por Jhonny Trinidad
NUEVA YORK.- Se trata de Roberto Ortiz, de 32 años, quien, según las autoridades, ahorcó con una correa en el interior de un vehículo a Silvia Paucur, una mujer casada con otro dominicano, con quien procreó varios hijos.La víctima era jefa de Ortiz en una factoría de Newark, en Nueva Jersey, donde ambos llevaban varios años trabajando.
Según las autoridades, Ortiz estaba obsesionado con la hoy occisa, quien se quejó en varias oportunidades de que era objeto de acoso y amenazas por parte del criollo.
De acuerdo a la documentación en manos de la fiscalía del condado Essex, en Nueva Jersey, el mismo día en que Ortíz mató a la suraméricana, llamó varias veces a la residencia de la mujer para preguntar si la familia sabía de su paradero.
"No la esperen, que no regresará jamás", les dijo Ortiz al esposo y a un hijo de la víctima.
Según la familia de la occisa, el alegado asesino frecuentemente los llamaba para amenazarlos y para pedir al esposo de Silvia que la dejara.
El cadáver de Silvia fue encontrado por un hermano y un hijo de ésta, quienes salieron a buscarla debido a que no llegó a la casa a la hora que acostumbraba.
NUEVA YORK.- Se trata de Roberto Ortiz, de 32 años, quien, según las autoridades, ahorcó con una correa en el interior de un vehículo a Silvia Paucur, una mujer casada con otro dominicano, con quien procreó varios hijos.La víctima era jefa de Ortiz en una factoría de Newark, en Nueva Jersey, donde ambos llevaban varios años trabajando.
Según las autoridades, Ortiz estaba obsesionado con la hoy occisa, quien se quejó en varias oportunidades de que era objeto de acoso y amenazas por parte del criollo.
De acuerdo a la documentación en manos de la fiscalía del condado Essex, en Nueva Jersey, el mismo día en que Ortíz mató a la suraméricana, llamó varias veces a la residencia de la mujer para preguntar si la familia sabía de su paradero.
"No la esperen, que no regresará jamás", les dijo Ortiz al esposo y a un hijo de la víctima.
Según la familia de la occisa, el alegado asesino frecuentemente los llamaba para amenazarlos y para pedir al esposo de Silvia que la dejara.
El cadáver de Silvia fue encontrado por un hermano y un hijo de ésta, quienes salieron a buscarla debido a que no llegó a la casa a la hora que acostumbraba.
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