En el imaginario colectivo, las redes sociales son consideradas como una pérdida de tiempo. Los padres prohíben a sus hijos pasar demasiado rato en ellas. Las empresas 'capan' su uso o, directamente, despiden a trabajadores si las usan en su tiempo libre de forma inadecuada, como ha hecho Apple recientemente.
Pero las redes sociales también tienen sus ventajas. Una de ellas, sin duda, es que es una potente herramienta para que las personas nos relacionemos. Facebook, por ejemplo, nos ayuda a conocer a los demás mediante sus muros: nos muestran sus gustos, sus pensamientos o sus recuerdos en forma de foto. Está por estudiar si el tiempo que pasamos en las redes sociales nos sirve para saber relacionarnos mejor con los demás. Pero lo que sí se acaba de descubrir de forma científica es la posibilidad de que un uso intensivo de Facebook modifique nuestro cerebro.
No hay que asustarse: utilizar esta web no es perjudicial para nuestras meninges. Ni mucho menos. Investigadores de la Universidad de Londres han descubierto que el uso de redes sociales cambia una parte de nuestro cerebro. Para llegar a este descubrimiento, sometieron a 165 adultos a pruebas de resonancia magnética. Los sujetos estaban divididos según un parámetro: el número de amigos que tuviesen en Facebook.
Después de someterles a la prueba, los científicos encontraron que aquellos sujetos que tenían más contactos en la red social también tenían una mayor densidad de materia gris en la amígdala, una característica que también se puede encontrar en la gente que asegura tener muchos amigos y ser muy social en la vida real. El estudio se puede leer aquí.
El profesor Geraint Rees, director del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres, aseguró al periódico 'The Guardian' que este trabajo "solo muestra una correlación entre una mayor densidad de esa zona cerebral y tener un gran número de amigos". Es decir, que no significa, de momento, que una cosa sea la causa de la otra. Pero con todo el tiempo que pasamos en esa web, seguro que nos afecta más de lo que creemos. Y no de una forma negativa, precisamente.
Pero las redes sociales también tienen sus ventajas. Una de ellas, sin duda, es que es una potente herramienta para que las personas nos relacionemos. Facebook, por ejemplo, nos ayuda a conocer a los demás mediante sus muros: nos muestran sus gustos, sus pensamientos o sus recuerdos en forma de foto. Está por estudiar si el tiempo que pasamos en las redes sociales nos sirve para saber relacionarnos mejor con los demás. Pero lo que sí se acaba de descubrir de forma científica es la posibilidad de que un uso intensivo de Facebook modifique nuestro cerebro.
No hay que asustarse: utilizar esta web no es perjudicial para nuestras meninges. Ni mucho menos. Investigadores de la Universidad de Londres han descubierto que el uso de redes sociales cambia una parte de nuestro cerebro. Para llegar a este descubrimiento, sometieron a 165 adultos a pruebas de resonancia magnética. Los sujetos estaban divididos según un parámetro: el número de amigos que tuviesen en Facebook.
Después de someterles a la prueba, los científicos encontraron que aquellos sujetos que tenían más contactos en la red social también tenían una mayor densidad de materia gris en la amígdala, una característica que también se puede encontrar en la gente que asegura tener muchos amigos y ser muy social en la vida real. El estudio se puede leer aquí.
El profesor Geraint Rees, director del Instituto de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Londres, aseguró al periódico 'The Guardian' que este trabajo "solo muestra una correlación entre una mayor densidad de esa zona cerebral y tener un gran número de amigos". Es decir, que no significa, de momento, que una cosa sea la causa de la otra. Pero con todo el tiempo que pasamos en esa web, seguro que nos afecta más de lo que creemos. Y no de una forma negativa, precisamente.
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