NUEVA YORK._ Lisette Capellán de 22 años de edad, una madre dominicana acusada por el asesinato de su hija de 5 años (Michelle Avilés), fue absuelta por una corte en el condado Rockland, mientras su concubino, el boricua Michael Avilés (42 años de edad) involucrado en el mismo caso, fue declarado culpable y recibirá una condena de entre 15 a 3 ½ años de cárcel el próximo 3 de abril.
La niña es hija de la ex pareja. El magistrado William K. Nelson decidió absolver a la dominicana luego de un juicio que duró varias semanas y en el que testigos y familiares ofrecieron testimonios cargados de emoción. El juicio se realizó sin jurado a petición de los abogados defensores, los acusados, con lo que estuvieron de acuerdo los fiscales.
Avilés fue descargado de la acusación de asesinato en segundo grado, pero fue declarado culpable de homicidio en segundo grado y homicidio negligente. Más de 50 familiares y amigos de la familia de la madre de 22 años de edad, acudieron a la corte el día final de la causa para apoyarla. La dominicana es nativa de Tamboril, un municipio de Santiago de los Caballeros.
La niña fue asesinada a golpes y torturas el 16 de enero del año pasado. Cuando el juez Nelson declaró a la madre no culpable, la madre de ésta, se puso de rodillas y exclamó “¡Gracias dios mío!” y con los brazos abiertos rezaba insistentemente agradeciendo el veredicto.
La madre mantuvo su inocencia desde el día en que fue arrestada e involucrada en el asesinato de su hija. La muerte de la bebé se produjo en el apartamento 349 del edificio 153 en la avenida Hudson en la Villa de Haverstraw, donde la dominicana convivía con Avilés desde hacía algún tiempo.
La niña murió por fracturas en el cráneo y las costillas, lo que le provocó una hemorragia interna. También sufrió lesiones anales y contusiones en las manos, dedos, el pecho y la cabeza.
El crimen fue calificado como brutal por el fiscal del condado Rockland, Thomas Zugible, que luego del veredicto no quiso hacer comentarios. El rechazo a un juicio sin jurado se hizo por las características del oprobioso asesinato de la niña, porque se debían mostrar fotografías del cadáver.
La absolución de la madre se logró luego que los fiscales no pudieron probar en el tribunal que la dominicana participara con indiferencia depravada o fuera cómplice de Avilés en la muerte de la niña. Aunque ambos estaban solos con la bebé, la fiscalía no pudo presentar pruebas contundentes como evidencias forenses, testigos y testimonios de patólogos.
La abogada defensora de Avilés, Hollis Griffin, dijo que su cliente estaba demasiado borracho para recordar el hecho, lo que era una circunstancia atenuante que el juez no tomó en cuenta para declararlo culpable.
La jurista añadió que nunca se demostró en la corte que Avilés es el asesino de la niña. “mi cliente estaba demasiado ebrio y perdió el conocimiento, lo que es una circunstancia atenuante que no fue tomada en cuenta por el tribunal”, añadió la abogada del convicto.
“Simplemente no hay evidencias que vinculen al señor Avilés con el asesinato de la niña y los hechos demostraron que la madre fue quien pudo haber golpeado a la bebé”, sostuvo la abogada.
El 15 de enero del 2011 entre las 10:00 y las 10:30 de la noche, la dominicana pidió a su concubino que llevara a la niña a la cama y ella se durmió. Relató a la policía que cuando se despertó y trató de levantar a la niña, la víctima no respondía.
Ninguno de ellos llamó al 911 para reportar la situación, pero llevaron a la menor al hospital de Nyack a las 4:22 de la madrugada. La niña sangraba profusamente. Los fiscales acusaron a la dominicana de haber encubierto al concubino y quedarse indiferencia mientras él limpiaba la sangre de la víctima en el apartamento y que protegió al hombre hasta que ambos fueron apresados.
El abogado de Capellán, David Goldstein insistió durante todo el juicio en que defendida estaba durmiendo mientras Avilés asesinaba a golpes a la criatura.
La niña es hija de la ex pareja. El magistrado William K. Nelson decidió absolver a la dominicana luego de un juicio que duró varias semanas y en el que testigos y familiares ofrecieron testimonios cargados de emoción. El juicio se realizó sin jurado a petición de los abogados defensores, los acusados, con lo que estuvieron de acuerdo los fiscales.
Avilés fue descargado de la acusación de asesinato en segundo grado, pero fue declarado culpable de homicidio en segundo grado y homicidio negligente. Más de 50 familiares y amigos de la familia de la madre de 22 años de edad, acudieron a la corte el día final de la causa para apoyarla. La dominicana es nativa de Tamboril, un municipio de Santiago de los Caballeros.
La niña fue asesinada a golpes y torturas el 16 de enero del año pasado. Cuando el juez Nelson declaró a la madre no culpable, la madre de ésta, se puso de rodillas y exclamó “¡Gracias dios mío!” y con los brazos abiertos rezaba insistentemente agradeciendo el veredicto.
La madre mantuvo su inocencia desde el día en que fue arrestada e involucrada en el asesinato de su hija. La muerte de la bebé se produjo en el apartamento 349 del edificio 153 en la avenida Hudson en la Villa de Haverstraw, donde la dominicana convivía con Avilés desde hacía algún tiempo.
La niña murió por fracturas en el cráneo y las costillas, lo que le provocó una hemorragia interna. También sufrió lesiones anales y contusiones en las manos, dedos, el pecho y la cabeza.
El crimen fue calificado como brutal por el fiscal del condado Rockland, Thomas Zugible, que luego del veredicto no quiso hacer comentarios. El rechazo a un juicio sin jurado se hizo por las características del oprobioso asesinato de la niña, porque se debían mostrar fotografías del cadáver.
La absolución de la madre se logró luego que los fiscales no pudieron probar en el tribunal que la dominicana participara con indiferencia depravada o fuera cómplice de Avilés en la muerte de la niña. Aunque ambos estaban solos con la bebé, la fiscalía no pudo presentar pruebas contundentes como evidencias forenses, testigos y testimonios de patólogos.
La abogada defensora de Avilés, Hollis Griffin, dijo que su cliente estaba demasiado borracho para recordar el hecho, lo que era una circunstancia atenuante que el juez no tomó en cuenta para declararlo culpable.
La jurista añadió que nunca se demostró en la corte que Avilés es el asesino de la niña. “mi cliente estaba demasiado ebrio y perdió el conocimiento, lo que es una circunstancia atenuante que no fue tomada en cuenta por el tribunal”, añadió la abogada del convicto.
“Simplemente no hay evidencias que vinculen al señor Avilés con el asesinato de la niña y los hechos demostraron que la madre fue quien pudo haber golpeado a la bebé”, sostuvo la abogada.
El 15 de enero del 2011 entre las 10:00 y las 10:30 de la noche, la dominicana pidió a su concubino que llevara a la niña a la cama y ella se durmió. Relató a la policía que cuando se despertó y trató de levantar a la niña, la víctima no respondía.
Ninguno de ellos llamó al 911 para reportar la situación, pero llevaron a la menor al hospital de Nyack a las 4:22 de la madrugada. La niña sangraba profusamente. Los fiscales acusaron a la dominicana de haber encubierto al concubino y quedarse indiferencia mientras él limpiaba la sangre de la víctima en el apartamento y que protegió al hombre hasta que ambos fueron apresados.
El abogado de Capellán, David Goldstein insistió durante todo el juicio en que defendida estaba durmiendo mientras Avilés asesinaba a golpes a la criatura.
..Fuente/Autor: Miguel Cruz Tejada/Via Elnuevodiario /
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Tanto la Dominicana, como el Boricua, debian ser declarados culpables del asesinato de ese angelito. Ella vagabunda, y el borracho. Como puede ser posible que nadie se diera cuenta de lo que ocurria, porque a no ser que ambos amordazaran a la bebè, es imposible que nadie oyera gritos, y ella, la Madre, tambien tenia que estar 'borracha y drogada' para no actuar rápidamente viendo a que fuera asesinar a golpes a un angelito.