"Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada." Evangelio según San Juan 6;12.
En los últimos tres días de la semana mayor, la mayoría de los creyentes en los evangelios de Jesucristo invierten su tiempo, energías y recursos de muchas formas. Iglesias, lecturas y música sacra son algunas de las actividades que complementan la mayor faena de los días santos como le llaman. Todos gustan de concesionar o comprar deliciosos platos para los almuerzos y cenas de esta época.
Pescados, mariscos y productos derivados de la harina son la base de todos los alimentos que se consumen en los días en que se recuerda el gran sacrificio de Jesucristo por la humanidad. Muchas familias preparan más cantidad de alimentos de los que necesitan. Es malo eso?, No. El mismo Jesucristo siendo que necesito alimentar una multitud, uso los poderes concedidos por el Dios Padre y concesionó la producción de mas panes y peces de los que en realidad necesitaba.
Jesús no deseaba que las sobras de su creación se perdieran y ordeno que las recolectaran. Ninguno de los principales tres evangelistas en sus narraciones de los libros bíblicos, explican que se hizo con las de siete a doce canastas o cestas de panes sobrantes. Pero la realidad era que habían de cuatro mil a cinco mil personas que posiblemente al siguiente día no tendrían con que ser alimentadas. Nos tocara usar nuestra imaginación al respecto. Nos iluminaria leer mas los libros de Mateo, Marcos, Lucas y San Juan.
Que ningún alimento se pierda en esta época ni en ninguna otra. Si esta en tus manos, que ninguna persona que conozcas se acueste a dormir sin haberse alimentado, guarda de lo que te sobre y hazlo. Permite que tus sobrantes alimenten a tus semejantes. No desperdicies la comida que no utilizaras. Guárdala, puede servirte para ti mismo (a) al otro día. Usa la prudencia que Jesús nos enseño. Continua la práctica de guardar alimentos para después. Si Jesus lo hizo debe ser una buena idea.
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Pescados, mariscos y productos derivados de la harina son la base de todos los alimentos que se consumen en los días en que se recuerda el gran sacrificio de Jesucristo por la humanidad. Muchas familias preparan más cantidad de alimentos de los que necesitan. Es malo eso?, No. El mismo Jesucristo siendo que necesito alimentar una multitud, uso los poderes concedidos por el Dios Padre y concesionó la producción de mas panes y peces de los que en realidad necesitaba.
Jesús no deseaba que las sobras de su creación se perdieran y ordeno que las recolectaran. Ninguno de los principales tres evangelistas en sus narraciones de los libros bíblicos, explican que se hizo con las de siete a doce canastas o cestas de panes sobrantes. Pero la realidad era que habían de cuatro mil a cinco mil personas que posiblemente al siguiente día no tendrían con que ser alimentadas. Nos tocara usar nuestra imaginación al respecto. Nos iluminaria leer mas los libros de Mateo, Marcos, Lucas y San Juan.
Que ningún alimento se pierda en esta época ni en ninguna otra. Si esta en tus manos, que ninguna persona que conozcas se acueste a dormir sin haberse alimentado, guarda de lo que te sobre y hazlo. Permite que tus sobrantes alimenten a tus semejantes. No desperdicies la comida que no utilizaras. Guárdala, puede servirte para ti mismo (a) al otro día. Usa la prudencia que Jesús nos enseño. Continua la práctica de guardar alimentos para después. Si Jesus lo hizo debe ser una buena idea.
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