El primer hombre en pisar la Luna, Neil Armstrong, rompió el silencio tras 43 años de la misión al satélite terrestre a bordo de la nave Apolo 11 y desestimó las versiones de que el viaje haya sido una farsa montada por los estudios cinematográficos de Hollywood.El astronauta estadounidense, de 81 años, aseguró en una entrevista brindada a una conferencia de contadores australianos y de la región del Asia Pacífico (CPA), que "la gente ama las teorías de conspiración porque son muy atractivas", pero apuntó que las sospechas sobre la veracidad de la misión del año 69 no le preocupan porque sabe "que un alguien volará de regreso a la Luna y recogerá la cámara que me dejé allí".
En declaraciones hechas en la conferencia CPA, Armstrong confesó que sólo había un 50 por ciento de posibilidades de que el alunizaje saliera bien.
“Un mes antes del lanzamiento del Apolo 11, el equipo decidió que se podría intentar un alunizaje. Ante esa idea pensé que teníamos una probabilidad del 90 por ciento de volver a salvo a la Tierra en ese vuelo, pero sólo una probabilidad del 50 por ciento de poder llevar a cabo el aterrizaje en el primer intento”.
El astronauta sostuvo que todo lo que se conocía sobre la Luna en 1969 "no había sido demostrado mediante prueba", así que "había una gran probabilidad de que hubiera algo allí que no se había entendido bien y que hubiera que abortar la misión y volver a la Tierra sin alunizar".
Armstrong también confesó que no sabían con qué se iban a encontrar a su llegada al satélite y explicó que lo que allí vio son “pendientes empinadas y rocas muy grandes, del tamaño de automóviles”.
Por último, el primer hombre en pisar la Luna se lamentó de que las ambiciones de la NASA hayan disminuido desde los años 60.
“Estoy considerablemente preocupado por las orientaciones políticas con las que el gobierno estadounidense está dirigiendo la agencia espacial”, explicó
A su juicio, los desacuerdos de la Casa Blanca y el congreso norteamericano sobre el destino de la agencia aeroespacial hacen que la NASA “no pueda tomar el camino correcto”.
En declaraciones hechas en la conferencia CPA, Armstrong confesó que sólo había un 50 por ciento de posibilidades de que el alunizaje saliera bien.
“Un mes antes del lanzamiento del Apolo 11, el equipo decidió que se podría intentar un alunizaje. Ante esa idea pensé que teníamos una probabilidad del 90 por ciento de volver a salvo a la Tierra en ese vuelo, pero sólo una probabilidad del 50 por ciento de poder llevar a cabo el aterrizaje en el primer intento”.
El astronauta sostuvo que todo lo que se conocía sobre la Luna en 1969 "no había sido demostrado mediante prueba", así que "había una gran probabilidad de que hubiera algo allí que no se había entendido bien y que hubiera que abortar la misión y volver a la Tierra sin alunizar".
Armstrong también confesó que no sabían con qué se iban a encontrar a su llegada al satélite y explicó que lo que allí vio son “pendientes empinadas y rocas muy grandes, del tamaño de automóviles”.
Por último, el primer hombre en pisar la Luna se lamentó de que las ambiciones de la NASA hayan disminuido desde los años 60.
“Estoy considerablemente preocupado por las orientaciones políticas con las que el gobierno estadounidense está dirigiendo la agencia espacial”, explicó
A su juicio, los desacuerdos de la Casa Blanca y el congreso norteamericano sobre el destino de la agencia aeroespacial hacen que la NASA “no pueda tomar el camino correcto”.
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