Se dice por ahí que una imagen vale más que mil palabras pero a veces la vista puede engañar. Aunque este entrenador japonés podría pasar por corrupto ante nuestros ojos, no es así. Este entrenador de gimnasia artística masculina acompañó con 100 dólares el recurso de apelación que presentó a favor del atleta, Kohei Uchimura. Uchimura había tropezado en la prueba de caballo con arcos en el evento final de la competición, lo que condenó a Japón al cuarto lugar. Sin embargo, los entrenadores argumentaron que la caída no había sido tal, sino que se trataba de un 'desmonte' lo que suponía más puntos para el gimnasta japonés.
Lo que pocos saben es que según las normas internacional para presentar una protesta se requiere una tasa. De este modo, los japoneses no dudaron en hurgar dentro de sus bolsillos para obtener el dinero que les permitiera pelear por un lugar en el podio olímpico.
La tasa fue un sistema implementado en la gimnasia para reducir las reclamaciones frívolas y agilizar el proceso. Tal como ocurrió en el 2004 con Paul Hamm quien tuvo que devolver su medalla al determinarse que los jueves habían cometido un error en la puntuación del medallista de bronce. Finalmente el estadounidense conservó su medalla porque la reclamación llegó muy tarde.
Afortunadamente, los japoneses consiguieron los billetes que los trasladaron de la cuarta plaza a la medalla de plata. Pero qué pasa con las naciones que no tienen los recursos suficientes para aspirar a las apelaciones, ¿es que acaso luchar por un lugar en el podio está condicionado a una suma de dinero? ¿Dónde queda el deportivismo y el esfuerzo de los atletas?
Comparte este artículo con tus amigos en Facebook,y Twitter con los botones debajo de cada post.¡Gracias! ..Fuente/Por Sandra Garcia | /
Lo que pocos saben es que según las normas internacional para presentar una protesta se requiere una tasa. De este modo, los japoneses no dudaron en hurgar dentro de sus bolsillos para obtener el dinero que les permitiera pelear por un lugar en el podio olímpico.
La tasa fue un sistema implementado en la gimnasia para reducir las reclamaciones frívolas y agilizar el proceso. Tal como ocurrió en el 2004 con Paul Hamm quien tuvo que devolver su medalla al determinarse que los jueves habían cometido un error en la puntuación del medallista de bronce. Finalmente el estadounidense conservó su medalla porque la reclamación llegó muy tarde.
Afortunadamente, los japoneses consiguieron los billetes que los trasladaron de la cuarta plaza a la medalla de plata. Pero qué pasa con las naciones que no tienen los recursos suficientes para aspirar a las apelaciones, ¿es que acaso luchar por un lugar en el podio está condicionado a una suma de dinero? ¿Dónde queda el deportivismo y el esfuerzo de los atletas?
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