El control por el trasiego de drogas pudo ser el origen de la séptima masacre del 2012, que se escenificó anoche en un cafetín del Barrio Borínquen, sector Pradera en Caguas, y que dejó el saldo de tres hombres muertos y cuatro heridos.
Anoche, a eso de las 7:00 p.m., una docena de personas compartían en el interior y en los predios del bar Peira Cava, cuando sicarios a bordo de un auto -del que no se ofreció descripción- comenzaron a disparar contra los clientes que se encontraban frente al negocio.
Varios de los gatilleros se desmontaron del vehículo e iniciaron una segunda ráfaga de disparos en el interior del negocio donde había alrededor de diez personas, de acuerdo a la pesquisa inicial de los hechos, según informó el sargento Jorge Marcano, supervisor de la División de Homicidios de Caguas.
Kevin Ramos del Valle, de 18 años, y Luis Oscar Carrasquillo Figueroa, de 26 años, murieron en la escena, mientras que Cristian de Jesús Egea, de 31 años, falleció mientras recibía asistencia médica en el Hospital Menonita de Caguas. Éste último era militar con rango de sargento adscrito a la Guardia Nacional de Puerto Rico.
En la balacera resultaron heridos Luis Polo Oyola, de 34 años, Abimelet Cotto Torres, de 21 años, Alberto Vázquez Carrasquillo y Luis Fonseca Pereira, éstos últimos dos no recibieron asistencia médica. Los heridos quedaron recluidos en el Centro Médico de Río Piedras, en condición estable.
Las víctimas y los heridos de bala residen en el sector donde ocurrió la masacre. En los predios del negocio se han llevado a cabo varias intervenciones por el trasiego de drogas y se teoriza que los intentos por desarticular el negocio ilícito pudo haber causado una desestabilización en las ventas.
“En los predios del negocio ha habido arrestos por sustancias controladas. Operaba un punto de drogas. La información que ha llegado es que alegadamente otro bando le dio un ultimátum al que operaba para que desistiera de vender, de ahí surge el posible motivo”, detalló Marcano.
Posibles víctimas inocentes
Al preguntarle si eran víctimas inocentes los hombres que fueron asesinados en la matanza, el sargento respondió que hasta el momento, lo que se sabe es que todos los involucrados eran amigos o conocidos del individuo que era el objetivo de los sicarios, el cual sobrevivió.
Marcano no reveló si alguno de los heridos era la persona que buscaban los matones y al cuestionarle si estaban bajo la custodia de la Policía, bien sea por protección o en calidad de testigo, respondió que no estaban al amparo de los investigadores.
“Por lo menos uno de ellos (de las víctimas) tenía un grado de amistad con la persona que los gatilleros iban buscando, pero todos eran amigos, residían en ese sector. Hay que ver qué grado de amistad tenían o si participaban de alguna actividad criminal”, observó Marcano.
Para el esclarecimiento del caso, se asignó un grupo de trabajo para apoyar la pesquisa que lleva a cabo el agente Víctor Vicente, los cuales se encuentran en gestiones corroborando las confidencias que han recibido y realizando las entrevistas de rigor.
El 13 de junio, en horas de la tarde ocurrió un doble asesinado en ese sector, donde las víctimas fueron identificada como Jean Carlos Sánchez Ríos, de 24 años vecino del lugar de los hechos y Samuel Muñoz Olivieri, de 23 años, de Cidra, quienes fueron tiroteados desde un auto en marcha.
Este elemento de venganza también es investigado por los agentes de la División de Homicidios para determinar si guarda o no relación con la masacre.
Desde el viernes hasta la tarde de hoy, sábado, han ocurrido nueve asesinatos, cuatro más que para el mismo período en el 2011.
En cuanto a la cifra general, se han registrado 586 asesinatos en el 2012, 118 menos que los reportados a esta fecha durante el 2011.
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