SC, - Falló intento de sellar la fuga. |
British Petroleum (BP), responsable del derrame de petróleo en el Golfo de México, anunció hoy que la operación para cerrar el pozo averiado mediante una inyección de lodo no tuvo éxito y pasarán a intentar con un nuevo método.
En una rueda de prensa, el director de operaciones de BP, Doug Suttles, indicó que la decisión de pasar al nuevo método, cubrir el pozo con una cúpula, se ha adoptado tras consultas con las autoridades federales.
BP ha comenzado ya a preparar, según indicó el alto ejecutivo, otra medida alternativa, cortar la tubería averiada para colocar una cúpula sellante.
La operación para intentar taponar el pozo mediante una inyección de materiales a presión ("top kill") había comenzado el pasado miércoles.
Era la primera vez que se intentaba una maniobra a una profundidad semejante, 1.500 metros, y la idea era que la mezcla de agua y lodo pesado actuara como un cemento que bloquee el flujo de petróleo. Si esa mezcla lograba contener el crudo, se inyectaría cemento para sellar definitivamente la fuga.
Aunque las cámaras de vídeo instaladas por BP, que transmiten el escape 24 horas al día por exigencia del Gobierno, no permitieron apreciar con claridad la maniobra, la propia empresa salió a reconocer que habían fracasado.
El derrame se ha convertido en el peor de la historia, una vez que los científicos han corregido sus cálculos, que inicialmente contaban que la fuga equivalía a 5.000 barriles de petróleo al día, y ahora consideran que el crudo que mana del pozo alcanza entre los 12.000 y los 19.000 barriles diarios.
La catástrofe, que comenzó tras la explosión de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril, se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno estadounidense y el presidente Barack Obama, contra el que crecen las críticas acerca de la gestión del problema.
Obama visitó el viernes por segunda vez desde que comenzó el desastre la zona afectada en las costas de Luisiana y ordenó que se triplicara el personal que trabaja en las tareas de lucha contra la marea negra, hasta ahora 20.000 personas.
"El responsable en última instancia soy yo", afirmó el presidente estadounidense, que aseguró a los habitantes de la región afectada que "no están solos".
Cualquier solución a la que se llegue por el momento sería temporal. La solución definitiva no se logrará al menos en dos meses más, los necesarios para perforar un nuevo pozo que reemplace al averiado.
Mientras tanto, los expertos del Gobierno calculan que ya se han vertido en el Golfo un mínimo de 68 millones de litros de petróleo.
Un informe elaborado por el BBVA Compass, una entidad financiera implantada en el sur de EE.UU. y filial del grupo español BBVA, calcula que el impacto económico del derrame podría ascender a los 4.300 millones de dólares.
De esta cifra, un 93,6 por ciento serían pérdidas en el turismo en los estados de Florida, Alabama, Misisipi y Luisiana, indicó la entidad, que advirtió que el coste final dependerá de la cantidad y la permanencia del crudo en las aguas.
Según estas estimaciones, el coste superaría al del desastre del vertido de Exxon Valdez en Alaska en 1989, el mayor en Estados Unidos hasta ahora y que, según la agencia de crédito Moody, tuvo un impacto económico de 2.800 millones de dólares.
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