Los 33 mineros chilenos atrapados desde hace 20 días a 700 metros de profundidad en una mina de Copiapó, a 800 kilómetros al norte de Santiago de Chile, saben que deberán esperar alrededor de dos meses para volver a ver la luz del sol.
Así lo adelantó ayer el psicólogo Alberto Iturra, coordinador del equipo enviado a la mina por la Asociación Chilena de Seguridad, en diálogo con la prensa.
"Ellos saben lo que se demora hacer un túnel desde arriba y tienen claro que otras situaciones más rápidas no son viables. Manejan por lo menos un horizonte y saben que son más de dos meses", fueron las palabras del especialista.
Iturra también reconoció que los mineros pasarán durante todo este tiempo por “todos los procesos de grupos sociales, tanto positivos como negativos".
En tanto que sus familiares, mientras se desarrollan las tareas de rescate, presentaron una querella contra la empresa responsable de la mina y los funcionarios públicos que autorizaron los trabajos en ella.
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