El caso de Mike Wise, reconocido columnista deportivo del periódico The Washington Post, parece dejar en claro que la popularidad en las redes sociales tiene un alto precio si la intención es ser “famoso” de cualquier manera posible.
Quizás no pensó en esto cuando publicó en su perfil de Twitter que “le dijeron” que le darían cinco fechas de suspensión al jugador Ben Roethlisnberger de los Pittsburgh Steelers.
“Me dijeron que a Roethlisnberger le darán cinco partidos” fue el textual publicado por Wise, noticia que explotó pero no para el lado que él deseaba.
La falsa noticia le costó un mes de suspensión en su trabajo y seguramente, una pérdida de credibilidad importante por parte de sus lectores habituales.
Ante la acusación, Wise argumentó que la información la difundió como “un experimento social” y con el objetivo de ver hasta dónde se expandía la noticia y a qué velocidad. Ante la incredulidad de quienes quizás lo escuchaban diciendo esto se disculpó y aclaró que cree que debe pagar por lo que hizo y prometió que no volvería a suceder.
Las redes sociales como caso de estudio no dejan de sorprendernos. A pesar de conocer algunas conclusiones interesantes como las que dicen que muchos usuarios proyectan el perfil que desean de ellos mismos en estos espacios, sin mostrar sus costados poco populares o agraciados, este tipo de conductas era desconocida, o poco frecuente, en el perfil de un profesional reconocido fuera del mundo virtual.
Lo que parece desconocido por muchos profesionales es que la popularidad va a compañada de cierta responsabilidad y ética profesional, la cual se traslada inevitablemente al mundo virtual. ¿Que tipo de profesionales suelen seguir a través de Twitter y por qué motivos? ¿Información ..
Fuente/por Pablo Gutiérrez /
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