FALLECE UN GRAN MEDICO EN TAMBORIL DOCTOR JORGE ARMANDO MARTINEZ (ICO)

SC,-Foto tomada de MibelloTamboril.com

Por: Nicolás Santos

Tamboril.- Falleció y fueron sepultados los restos en quien vida se llamó, doctor Jorge Armando Martínez (Ico), luego de permanecer un tiempo padeciendo quebrantos de salud. El galeno, a la hora de su muerte contaba con 87 años de edad. Doña Yolanda Martínez de Martínez, hoy viuda, se queda con sus tres hijos, Emiliano Martínez, Bertilia de Jesús Martínez y Carmen Yolanda Martínez.

Desde muy temprano en la mañana se presentaron a la funeraria, familiares, amigos, estudiantes y profesores, que llegaron desde Santo Domingo se dieron cita para expresarle su más sentido pésame por el sentido fallecimiento del médico del pueblo, doctor Ico Martínez.

A eso de las tres de la tarde el féretro fue trasladado a la Iglesia San Rafael Arcángel de Tamboril, donde el cura párroco Edwin Peralta, ofreció una homilía de cuerpo presente resaltando las grandes virtudes y cualidades que adornaron al doctor Jorge Armando Martínez (Ico).

Doña Elsa Brito de Domínguez, compadre y amigo entrañable de la familia Martínez Martínez, describió a su estilo, las grandes bondades y nobleza que caracterizaron a un hombre que lo dio todo a cambio de nada, porque en su corazón se anidaba un dilema que era el de servir a su pueblo. Dio lectura a una comunicación que aún mantiene en su poder desde el año 1963, sobre un cursillo de cristiandad que ambos recibieron en la iglesia La Altagracia de Santiago.

“Doctor Ico Martínez, siempre vivirás en nuestros corazones por las virtudes que te acompañaron durante el trayecto de tu vida ejemplar. Le has dejado un gran legado a este pueblo que te vio nacer, que atendía al pobre, al rico, sin importar lo que cobraría a cambio” comenta Doña Elsa Brito de Domínguez, madre del ex Senador de la República, Doctor Francisco Domínguez Brito.

Mientras varias enfermeras hacían guardia de honor al cadáver del doctor Jorge Armando Martínez (Ico), decenas de niños que se dedican a practicar béisbol depositaron una rosa roja como muestra del amor que siempre le dispensó a estos pequeñines.

Cayendo la tarde, la banda de música de Tamboril, acompañó el féretro hasta llegar al cementerio municipal, los recibieron, Lázaro Pérez y Dagoberto López, quienes interpretaron algunas poesías alusivas al prototipo a seguir y recitando discursos al monumento de seriedad y transparencia por le que siempre estuvieron presente en cada una las actuaciones de don Ico.

Más de Jorge Armando Ico

El reconocido médico, doctor Jorge Armando Martínez (Ico), ejerció su profesión siempre apegado a los principios hipocráticos desempeñando una gran labor en este luchador e incasable pueblo tamborileño por más de medio siglo. Trabajó para el Instituto Dominicano de Seguros Social, ofreciendo un servicio elemental específicamente a los envejecientes de nuestra comunidad.

El galeno, también fue fundador del barrio de ico, que hoy lleva su nombre, donde sus primeros pobladores recibieron su solar de forma gratuita. El servicio que durante cincuenta años ejerció en su humilde consultorio, ubicado en su residencia de la Juan María Capellán, sirvió para que muchos de los tamborileños fueran atendidos no importando la hora en que se le presentara a sus pacientes.

Recientemente, La Cámara de Diputados de la República Dominicana, por sus grandes aportes como médico del pueblo y desempeñar por más de cincuenta años ofreciendo servicio de alta calidad y humana a la colectividad tamborileña le fue colocado su nombre al Sub. Centro de Tamboril. La Comisión la encabezó, el doctor Julio César Valentín Jiminián, Presidente, doctor Francisco Domínguez Brito y Ulises Rodríguez.

Jorge Armando Martínez (Ico), quien le había manifestado a su padre, don Emiliano Hernández, que su vocación era estudiar Ingeniería Civil, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), pero no fue así porque esa promesa nunca se cumplió debido a que en la familia hacía falta un médico, por lo que el doctor Ico no tuvo otra opción que graduarse de Medicina en esa casa de Altos Estudios. Paz a sus restos...