Darco Sangermano, de 28 años, recibió una bala de calibre .22 mientras paseaba con su novia por Nápoles en pleno festejo de fin de año. Esta ciudad es notoria por sus negligentes formas de celebrar que incluyen pirotecnia casera y armas de fuego.
El proyectil ingresó por su sien, pasó por detrás del ojo y se alojó cerca de las vías nasales. Increíblemente no le ocasionó ningún daño mayor.
Fue trasladado al hospital en una ambulancia minutos después de medianoche. Mientras esperaba a ser atendido estornudó y la bala salió de su fosa nasal derecha. El doctor Guglielmo Ramieri explicó que su hueso temporal desaceleró la trayectoria de la bala que rodeó su globo ocular por detrás sin impactarlo directamente...
Fuente/NoticiaLocas /
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